Los que se empeñan en ensuciar nuestras aguas con futuros vertidos petrolíferos, los que se pliegan ante los intereses de Madrid, osan ahora de llamar al pleito insular por un quitame allá unas estrellas de hotel. Poderoso caballero es don dinero, cuando tocan a la puerta las alimañas carroñeras a quienes les importa un pito nuestro territorio para obtener suntuosas ganancias. Es fácil manipular al pueblo y erigirse en defensores de Gran Canaria aquellos que permitirían si pudieran arrasar el palmeral del Oasis de Maspalomas. Judas, más que judas, que se doblan por una bolsa de dinero, ¿còmo se atreven a hablar en el nombre de Gran Canaria?.
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