domingo, 28 de abril de 2013

UY ¡QUÉ MIEDO!

Alonso: ´Si Gran Canaria sigue descalificando, Tenerife responderá´

El consejero del Cabildo de Tenerife afirma que "el error en el Padrón de Santa Cruz ha beneficiado marginalmente al Cabildo"

28.04.2013 | 14:00
Carlos Alonso en la Plaza de España.
Carlos Alonso en la Plaza de España.
Carlos Alonso es consejero de Economía, Movilidad y Turismo del Cabildo de Tenerife, pero además pasará a ser presidente antes de que termine el mandato, en 2015, en sustitución de Ricardo Melchior. Aunque afirma que sabe cómo funciona la institución, reconoce que aún le falta que los isleños lo conozcan más. Su vida como político, sin embargo, tiene fecha de caducidad, ya que cree que no se puede ejercer un cargo público durante muchos años.
–Es funcionario pero ya no ejerce. ¿Se plantea regresar a su anterior trabajo o la política le ha cautivado como para renunciar a su antigua vida?
–Mi vida normal es la de mi trabajo como funcionario en la Unión Europea, con mi familia y mis hijos, y yo quiero recuperar esa vida normal. Es verdad que me gusta mucho lo que estoy haciendo porque, ya sea como funcionario o como político, lo que hago es en defensa del interés general desde el punto de vista de la administración pública. Lo que ocurre es que como político tienes más capacidad de intervenir, sobre todo en el Cabildo de Tenerife. Lo haces en tu tierra, en donde puedes llevar a cabo proyectos interesantes. Pero, bueno, eso tiene que ser una etapa. En la vida de cualquier persona que se dedique a la política ésta tiene que ser una etapa para antes o después volver a tu vida normal.
–El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, abandonará la institución antes de que termine este mandato. Usted será su sustituto, de momento, hasta las próximas elecciones, en 2015. ¿Está preparado para asumir esa nueva responsabilidad?
–Yo no sé si€ Nadie está preparado hasta que no asume realmente la función, en este caso de presidente. Pero, bueno, yo llevo muchos años en el Cabildo y he llevado áreas complicadas, con una complejidad técnica y económica en su gestión. Sé cómo funciona la Administración insular y lo que quizás me falta es que la gente me conozca un poco más, desde el punto de vista de tener más interacción con los ciudadanos y con otras corporaciones, por ejemplo, a nivel municipal.
–En caso de que Coalición Canaria (CC) le propusiera ser el candidato para las próximas elecciones, ¿aceptaría?
–Habría que verlo. Todavía no tengo tomada ninguna decisión y el partido tampoco. Creo que ahora lo que cabe es pensar en que cuando se produzca el relevo, debo hacerlo lo mejor posible y no centrarme tanto en mi futuro. Lo importante es el futuro de la Isla y que se trabaje para que los problemas que son importantes, sobre todo en relación con el empleo, se puedan ir solventando.
–Una de las tantas cosas que criticó el alcalde de La Orotava, Isaac Valencia, en la entrevista que concedió a la opinión de tenerife, es que cree que Melchior lo único que ha hecho durante estos 14 años de mandato en la Corporación insular es recoger los frutos que dejó su antecesor, Adán Martín. ¿Qué opina sobre la declaración?
–No creo que sea verdad y tampoco creo que estuviera en el espíritu de Isaac decir eso. Al final, Ricardo Melchior ha sido presidente durante mucho tiempo. También fue vicepresidente y tanto en la etapa previa como en la de dirigente lideró proyectos que todo el mundo identifica con él, como puede ser el tema de los vinos, todo lo que se refiere a la conectividad, el tranvía€ En cualquier caso, yo creo que al final, sea quien sea el presidente, que es importante, también hay una labor de equipo. Ricardo hizo equipo cuando Adán estuvo. Todos los que hemos estado de vicepresidentes con Ricardo también hemos hecho equipo con él y, al final, los proyectos son de un equipo. El Cabildo, además, siempre ha tenido buenos funcionarios, buenos técnicos y buenos gestores en el plano público de todos los partidos.
–El presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, dijo que su isla es solidaria pero no como para mantener fantasmas, debido a los más de 13.000 habitantes que aparecían registrados en Santa Cruz y que en realidad no existen, lo que ha repercutido de forma positiva en las subvenciones de los últimos años para la capital tinerfeña. ¿El Cabildo se ha beneficiado de esos fantasmas?
–Esta discusión se está sacando de quicio y si Gran Canaria quiere hacer de esto un tema insularista, pues lo que va a conseguir aquí, en Tenerife, es una respuesta más contundente y un sentimiento más exacerbado de insularismo. Se ha producido un error en la determinación de los padrones que el propio INE ha ido avalando durante todos esos años, y ahora simplemente toca rectificar ese error y seguir para delante. Yo podría decir, por ejemplo, que en Gran Canaria hay muchas empresas que tienen sede allí a pesar de que la producción o el consumo de esas entidades se hacen en Tenerife y los ingresos fiscales van para la otra isla. No creo que debamos avivar ahora un debate insularista. En cualquier caso, si el Cabildo grancanario insiste, pues va a tener una respuesta contundente desde Tenerife.
–¿A qué se refiere con medidas contundentes?
–Más bien en el orden político. Creo que si el alcalde de Las Palmas y el presidente del Cabildo siguen con una escalada de declaraciones de un asunto que para nosotros es trivial, que está vinculado a un error estadístico, y siguen en esa tónica de descalificar a los tinerfeños por esa cuestión, pues habrá que tomar acuerdos y declaraciones en ese sentido, pero no queremos generar eso.
–¿Pero el error en el padrón ha beneficiado al Cabildo tinerfeño?
–Marginalmente. Estamos hablando de un error en la población que tal vez en términos relativos sea importante para Santa Cruz, pero a nivel insular no es tan importante. El Cabildo de lo que se ha beneficiado es de una gestión adecuada de sus recursos para, sí tener un endeudamiento importante, pero para construir cosas, infraestructuras para el desarrollo económico y social de la Isla.
–¿Qué le parece la disputa entre Gran Canaria y Tenerife primero por la Red Transeuropea y ahora también por el Padrón?
–Nosotros hemos tenido un comportamiento ejemplar. Con la Red Transeuropea, hemos cogido algo que nadie le había dado importancia y pensamos que es muy relevante para el futuro de las Islas. Propusimos un modelo equilibrado, que es el que hay que desarrollar. Son dos nuevas centrales que permiten al Archipiélago abastecerse y ser un punto logístico más eficiente. Defendimos que estuvieran los aeropuertos y puertos. En Gran Canaria se veían beneficiados por una visión sectaria, no por temas políticos, sino que no era objetiva y no tenía sentido. Al final tenemos un resultado que espero que se confirme al final de año y que sea positivo para toda las Islas.
–Los constructores y empresarios tinerfeños creen que el Estado y el Gobierno canario benefician más a Gran Canaria que a Tenerife. ¿Comparte la idea?
–Sinceramente, en Tenerife quizás las cosas no las hacemos más rápido pero las hacemos mejor, en relación con las infraestructuras, que tengan un menor impacto medioambiental y una mayor relevancia socioeconómica. En vez de concentrar la inversión en un nodo principal como en Gran Canaria, por decir un ejemplo, aquí hemos potenciado una dispersión de las infraestructuras y de los equipamientos para que toda la Isla disfrute de un mismo nivel de oportunidades. Por eso hemos creído necesario hacer dos hospitales comarcales, el Anillo Insular, el Puerto de Granadilla€ Todo para que haya equilibrio. Se tarda más tiempo y hay que hacerlo bien desde el punto de vista ambiental, y es posible que las inversiones se retrasen. La diferencia en la inversión viene motivada por eso. Pero yo estoy más contento con tener una Isla más equilibrada y que las cosas se hagan mejor desde el punto de vista ambiental, aunque se haga un poco más lento.
–El empresario Ambrosio Jiménez reconoce que ha dado dinero a partidos políticos. ¿Le parecen correctas estas aportaciones?
–Si lo haces dentro del marco legal y la Ley de Partidos permite que cualquier privado pueda dar dinero a los partidos me parece bien, y cuanto más transparente sea eso, mejor, porque así los electores también sabrán cuáles son las fuentes de financiación de las formaciones y podrán valorar sus posiciones políticas en relación con eso, como ocurre en Estados Unidos.
–La patronal hotelera está preocupada por las previsiones que se manejan de cara a este verano, ya que, según señala, bajará el número de visitantes. ¿Hay una previsión de cuánto caerá el turismo?
–Es difícil de saber, porque los datos que existen son un poco antiguos, de enero o febrero, pero los propios hoteleros, sin tener una muestra completamente significativa, sí están percibiendo una bajada. Es coherente con que nuestro principal mercado en verano, el peninsular, sigue afectado por la crisis y se prevé que haya una caída, y eso hace que tengamos esas dificultades. Otro factor es la mayor competencia con la recuperación de Grecia y el norte de África, sobre todo en el mercado alemán. ¿Contra eso qué se puede hacer? Pues intentar diversificar más el turismo en verano y no ser tan dependientes del peninsular, sino crecer en países alternativos, que son los del Este y Rusia, cuyo mercado sigue creciendo mucho y prácticamente se convierte en el cuarto más importante. También seguimos apostando por el francés. Los nórdicos van en invierno a todas las Islas, pero en verano solo van a Gran Canaria. Para este verano ya habrá resultados en ese sentido, pero sobre todo va a haberlos a partir del año que viene. Ese mercado va a crecer.
–El verano ya está a la vuelta de la esquina. ¿Dará tiempo de compensar las previsiones negativas?
–Hay cosas interesantes como el mercado ruso, que está creciendo un 30%. Va a empezar a funcionar por primera vez el vuelo regular a Oslo, pero será a partir del año que viene cuando haya más conexiones con el mercado nórdico.
–¿Le preocupan las previsiones?
–Hay que rascar un poquito debajo de los números. El año pasado hubo menos turistas que el anterior, pero aumentaron los alojados en hoteles de cinco estrellas y el gasto en destino. No solo hay que mirar la cantidad que visitantes, sino el desembolso. A eso se suma la diversificación. Si pese a la bajada tenemos un mix de mercados, habrá una temporada de verano no tan boyante, pero esa es la cuestión para seguir creciendo en años sucesivos. También se dijo que la Semana Santa iba a ser mala y al final casi se rozó el lleno, y con mejores cifras que el periodo anterior.
–En cuanto a la ampliación del horario del Aeropuerto de Los Rodeos, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, afirmó que solo se crearían tres vuelos nuevos, mientras usted dijo que eran 14. ¿Quién miente?
–Lo veremos, espero, en invierno de este año, cuando el horario esté en marcha. Ese asunto lo tratamos todos los días para aumentar la oferta, no solo con los mercados nacionales, sino con los extranjeros también. Lo interesante es que AENA ha dicho sí y creo que a corto plazo se pueden conseguir 14 frecuencias más a la semana, no solo interinsulares, sino también nacionales, y creo que podemos lograr internacionales.
–¿Y por qué Hernández Bento los cifra en tres?
–Pregúnteselo a ella.
–¿No hay comunicación entre las administraciones?
–Sí. Estuvo en la misma reunión que yo, lo que pasa es que hay algunos que tenemos más fe y esperanza, y trabajamos para que las cosas se cumplan. Otros van a las reuniones y ya está.
–El presidente insular del Partido Popular, Manuel Domínguez, dijo que usted utilizaba a los parados para justificar la ampliación horaria. ¿Qué tiene que decir al respecto?
–Todo lo que hago no es que justifique. No utilizo a los parados, sino que mi objetivo es crear empleo en la Isla. Todo lo que sea crear trabajo es bueno y voy a pelear eso, y si la ampliación crea empleo, no solo en el aeropuerto, sino para la economía insular, porque hay más visitantes, me interesa. Me interesa ver qué podemos hacer para sustituir a Orizonia, por ejemplo, porque en Tenerife destruye un número importante de trabajos.
–¿Cuántos?
–En el orden de 200 empleos aproximadamente. Todo lo que sea para crear trabajo lo hago, no es que utilice a los parados. Busco medidas para crearlo y me parece que el horario lo hace. Además, no entiende por qué se acepta como justificación para no abrir la cuenta de explotación de una empresa pública del Estado que gana mucho dinero en Canarias. Dicen que pierde más dinero en Los Rodeos, pero en el Sur gana muchísimo, más de lo que pierde en el Norte, y no se acepta que se pueda apostar por la ampliación para crear empleo. No sé si Manuel Domínguez, como alcalde y presidente insular del PP, representa a la gente con problemas en Tenerife o es el portavoz de AENA y lo que quiere es defender los problemas del ente.
–El secretario insular de su partido, Fernando Clavijo, considera que un político debería ejercer un cargo público durante solo ocho años. ¿Comparte su opinión?
–No sé si son ocho o cuántos, pero tiene que ser transitorio. Tiene que venir de su actividad normal y volver a ella pasado un tiempo limitado. Mucha gente ha estado en la oposición durante tiempo, y también hay que cambiar, no solo estar en el gobierno. La política no debe ser una profesión, sino casi como el servicio militar obligatorio. Que la gente diera un tiempo de su vida a defender el interés general y luego volviera a su casa.
–¿Se podría aplicar al presidente canario, Paulino Rivero? Melchior afirmó que debería de dejar sitio a otro candidato en 2015€
–Todavía no es el momento de debatir eso. Hay un discurso potente de CC en Tenerife de renovación y es lo que debemos hacer. Cuando toque hablar del candidato a la presidencia del Gobierno autonómico se tendrán en cuenta todos esos factores.
–¿Cree que el Ejecutivo regional necesita un cambio?
–A Rivero le ha tocado una situación económica muy complicada y se le identifica con eso. Por eso, el partido tiene que tomar la decisión, no tanto por si Rivero lo ha hecho bien o mal, sino por el lastre de la opinión pública respecto a su identificación con esas dificultades. Igual que me tocará a mí vivir eso; que la gente me relacione con medidas que no son populares. Eso tenemos que asumirlo.
–El Gobierno canario se comprometió, en caso de que hubiera remanente económico, a destinar dinero para los hospitales. Ahora parece que se estudia lo mismo para el Anillo Insular. No hay dinero para todo. ¿Cuál es la prioridad?
–Para el Anillo Insular estamos barajando otras alternativas, no el remanente, sino que la propia financiación de la obra mejore de forma que el contrato pueda seguir ampliando los trabajos para este año. No es captar nuevo dinero, sino usar el que ya tiene la contrata. En el caso de los hospitales, hay un disposición adicional en la ley presupuestaria y estamos en contacto cada semana para ver cómo se puede inyectar dinero, y creo que el Ejecutivo autónomo es muy consciente de la necesidad de hacerlo.
–El Cabildo tiene casi el doble de deuda que el resto de corporaciones insulares juntas. ¿Se ha despilfarrado en el pasado?
–No. Desde el punto de vista de gasto corriente y personal, el Cabildo es imbatible. De hecho, la Audiencia de Cuentas nos felicitó por cómo se gestionaba el personal en la institución, desde el punto de vista de la productividad de los funcionarios, porque la relación entre gastos de personal y el presupuesto era de las más bajas de Canarias. En gasto corriente, es una Administración relativamente austera. La deuda surge por las inversiones para mejorar la economía de la Isla. Se podrá discutir si esas inversiones son adecuadas o no, pero ellas están metidas en el activo de todos los tinerfeños; en recursos e infraestructuras que generan actividad económica. Hoy, el tejido económico de Tenerife tiene prácticamente 40.000 trabajos más que Gran Canaria, y en parte es porque el Cabildo ha generado actividad inversora que permite tener más empleo que el resto de las Islas.
–Habrá inversiones que no han sido positivas, ¿cómo cuáles?
–Como en todo. Pues no sabría decir, pero inversiones que no han salido con toda la rentabilidad que uno pensaba o que con la crisis es más difícil de mantener. Eso no quiere decir que no sean buenas, como en casas de juventud y piscinas, que ahora se usan menos por la situación económica, pero a largo plazo es una inversión.

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